Así lo indica en una entrevista concedida a Europa Press el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, con motivo de la celebración este domingo 3 de mayo del Día Nacional de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 

 

Pérez Bueno defiende la necesidad de celebrar esta efeméride porque "los días están pensados para afirmar y recordar y compartir una causa, en este caso la de los derechos humanos de las personas con discapacidad". "La de su promoción, protección y efectividad, que es en esencia la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas", añade. 

 

"Si necesitamos invocar y predicar la Convención es porque esta no está instalada en la conciencia colectiva, porque no hay cultura de derechos humanos para y respecto de las personas con discapacidad y porque todavía la visión y el trato a las personas con discapacidad  y porque todavía la visión y el trato a las personas con discapacidad está saturado de paternalismo, conmiseración y beneficencia. No es caridad, son derechos, derechos humanos", reivindica el presidente del CERMI. 

 

Este domingo 3 de mayo se celebra por segunda vez el Día Nacional de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad con el objetivo de conmemorar y reconocer la importancia de este instrumento normativo internacional ratificado por España hace más de una década. 

 

"El propósito de los derechos humanos, reales y efectivos para las personas con discapacidad, es de largo aliento; no se materializará en un año, por desgracia necesitará un lapso temporal mayo", explica al hacer balance de este primer año desde que se declarara este día de conmemoración. 

 

En este sentido, Pérez Bueno indica que "es una cuestión cultural de mentalidad, y estas se forjan y se transforman a base de tiempo". "Se trata de acelerar en todo lo posible, y la declaración del día nacional es un instrumento más para la toma de conciencia y una apelación a la acción", recalca. 

 

Según manifiesta, "este año último ha sido muy particular en la vida política, institucional y social española (inestabilidad política, ausencia de normalidad en el gobierno, etc.) "Y encima nos ha caído un cataclismo como la pandemia", subraya. 

 

A su juicio, "no ha sido un año objetivamente propicio para el avance, pero ha servido para ahondar en esta cultura de derechos humanos, el único enfoque admisible en referencia a las personas con discapacidad". 

 

Respecto a cómo ha cambiado la pandemia del COVID-19 la situación de las personas con discapacidad en España, el presidente del CERMI es tajante: "A peor, claramente. Si algo podía ir peor, el COVID-19 lo ha agudizado hasta extremos insoportables". 

 

En este contexto, señala que "por de pronto, el impacto de la pandemia es desproporcionadamente más intenso en las personas con discapacidad, castiga más severamente en vidas en contagios en generación de pobreza y exclusión". 

 

Asimismo, Pérez Bueno sostiene que debilita estructuras personales, familiares y del sector social que ya eran frágiles antes", y "detiene las iniciativas en marcha y meterá un parón social y económico, que se llevará una década, por lo menos". 

 

En relación con lo urgente ahora y que antes no lo era tanto, el presidente del CERMI afirma que "ahora toca levantar acta del desastre, de este casi siniestro total que va a suponer la pandemia, sus efectos sociales y económicos". 

 

"Requerirá toda la dedicación, casi absorbente, para minimizar y remediar, y que el daño no vaya a más. Pero al mismo tiempo, enseguida toca pensar en la reconstrucción del país, y en que esa tarea colectiva e ingente de resurgimiento, la discapacidad está en posiciones de remontada, que no se olvide o se relegue, como casi siempre ha ocurrido", destaca. 

 

 

Sobre las reclamaciones del colectivo en este día a todos los poderes públicos, agentes sociales, operadores económicos, medios de comunicación y toda la sociedad, el presidente del CERMI señala que "las demandas son casi infinitas", cuando se trata de "discapacidad, de personas y familias", pero lo han centrado este año en "el derecho a la salud, sin exclusiones ni excepciones". 

 

De este modo, denuncia que "la pandemia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad extrema de las personas con discapacidad desde la óptica de la atención y cuidados de salud". 

 

"Se nos ha negado estas semanas, ha habido casos sangrantes, de negación de atención médica, de descarte, por tratarse de personas con discapacidad, cuya vida, se piensa implícitamente, vale menos y es sacrificable", critica. 

 

"La negación, la prescidibilidad de las personas con discapacidad está ahí y aflora en los momentos críticos", concluye el presidente del CERMI. 

 

Fuente: Europa press